Tucumán Arde
  
Todo el hacer, todo el consenso que teníamos del grupo,
lo pusimos al servicio de una obra de denuncia,
pero seguíamos pensando como artistas.

No había una intencionalidad de crear con eso una situación de transformación social. Éramos en cierta medida concientes de que las revoluciones las hacen las masas y el arte puede acompañar.

Algunos no volvieron a pintar jamás. Yo mismo nunca volví a exponer
para vender. Hoy me paro desde fuera del campo del arte.

No creo que el arte sea ajeno al mundo del hombre y frente a la vida.


   
   
  
A lo largo del 68' una serie de acontecimientos en relación a distintos cambios en el campo social y con un contexto político de una opresiva dictadura, lleva al Grupo de Artistas de Vanguardia a posicionarse en lugares cada vez más contestatarios y a producir una serie de rupturas con el circuito institucional del arte.

De allí, surge Tucumán Arde como una obra colectiva realizada por pintores, fotógrafos, escritores, sociólogos y cineastas de Rosario, Santa Fe y Buenos Aires, ubicada inicialmente en el terreno de lo artístico, con un objetivo de denuncia, pero sin posicionamientos partidarios. Además, en ese momento había una falta de claridad ideológica con respecto a lo que estaba pasando, que reforzaba la idea de cuestionar la situación con la vanguardia.
   

  
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Durante el montaje de la muestra en Tucumán, cuando los artistas pudieron entrar en contacto con la realidad que se vivía, fue alcanzando una dimensión social-política, fuera del campo de lo estético. Pudieron hablar con la gente, encontrarse con situaciones reales, con la pobreza, con chicos carentes social y económicamente, con enfermedades como la tuberculosis, toda una marginalidad que hasta ese momento, no se conocía.

A través de Tucumán Arde, la realidad social trascendió lo estético para finalmente convertirse, desde lo artístico, en una denuncia política, dado que al conocer esta realidad, decidieron salir de las galerías e instalar la muestra en la CGT de los Argentinos -donde mayormente transitaban obreros y estudiantes- para dar a conocer lo que estaba sucediendo.

Durante muchos años, esta experiencia ha quedado en el silencio. Se estudiaba en varias facultades y universidades del mundo, menos en Rosario, hasta el año 84 que aparecen las primeras divulgaciones, aunque en el 90 nuevamente se acalló dado que reaparece una sociedad movilizada eminentemente por intereses de consumo.

Muchos de los artistas que participaron en Tucumán Arde, no han vuelvo a pintar jamás. Esta vivencia -que fue muy fuerte para muchos-, significó correrse de los lugares habituales de todo artista, replantear su rol y darle otro sentido a la obra, fuera del circuito comercial.

   
 
Fundación Rubén Naranjo - Rosario - Argentina